Mario tenía 64 años, y estaba ingresado en el hospital con una enfermedad crónica avanzada y nos pidió un deseo, quería ver un partido de fútbol de sus nietos.
El sábado por la mañana nuestro equipo fue a recoger a Mario del hospital, estaba ilusionado y lo acompañaba su mujer. Lo llevamos al campo de fútbol de Torre-Pacheco y pudo disfrutar viendo a sus nietos jugar, incluso uno de ellos le dedicó un gol a su abuelo.